El Salvador es el país con mejores resultados en el manejo sanitario de la pandemia en Centroamérica   

El Gobierno del Presidente de la República, Nayib Bukele, ha hecho un buen manejo sanitario de la pandemia de COVID-19 durante seis meses que lleva de desarrollo.

En Centroamérica es el país con los índices más favorables, y esto se debe a las acertadas acciones preventivas que fueron implementadas desde el inicio y que todavía se mantienen.

Los indicadores del comportamiento de la pandemia en la región centroamericana demuestran que El Salvador tiene las menores afectaciones. El objetivo principal del Presidente Bukele ha sido el de salvaguardar la vida de la población.

A esta fecha, el país registra 28,415 casos confirmados de COVID-19, de estos 4,949 son activos; 22,643 se recuperaron de la enfermedad y 823 fallecieron.

En cuanto al resto de los países de la región: Guatemala reporta 88,878 casos confirmados y 3,186 fallecidos; Honduras 73,193 casos y 2,249 decesos; Costa Rica 69,459 casos y 795 muertos; Panamá 108,726 casos y 2,297 fallecidos.

“Estamos con resultados favorables a pesar de haber algunos incrementos en los casos confirmados en el oriente del país, que ya estamos controlando para que no lleguen a generalizarse”, expresó el ministro de Salud, Francisco Alabi.

El funcionario reiteró el llamado a la población a no bajar la guardia con la implementación de las medidas sanitarias preventivas. “No es momento de pensar en relajar las medidas (de prevención) e ir acomodándonos al día a día”, opinó.

El ministro explicó que el comportamiento de la curva de la pandemia en el país es sostenido, con días de bajas y subidas de contagiados. Los incrementos reportados esta semana se deben a los tamizajes que hicieron en zonas de rebrotes de la enfermedad en la zona oriental del país. “Al tocar una zona donde hay un rebrote de casos, obviamente ese día se van a incrementar”, explicó el ministro.

El buen manejo sanitario de la pandemia que ha hecho el Gobierno se ha dado a pesar de los ataques políticos sistemáticos de parte de los poderes fácticos del país que han cerrado filas y enfilar sus baterías en contra de las estrategias sanitarias que el gobierno promueve para garantizar la salud de la población.