Si la población retoma la implementación de las medidas sanitarias, se pueden superar las variantes del COVID-19
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele mantiene en vigor el manejo integral de la pandemia con una estrategia sanitaria que ha funcionado y que ha sido ejemplar a nivel mundial. Sin embargo, la población debe asumir con responsabilidad el compromiso de aplicar las medidas preventivas, así se logrará superar con mayor prontitud la pandemia.
Con la confirmación de cuatro variantes de COVID-19, consideradas de mayor facilidad de contagio, los salvadoreños deben de reforzar los autocuidados en el tema sanitario, ya que así se protegen y resguardan a su familia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado a conocer las cinco medidas sanitarias principales que la población debe adoptar para evitar el contagio del virus: Uso de mascarilla, lavado frecuente de manos con agua y jabón, uso de alcohol para desinfectar las manos, el distanciamiento social (físico) y, por supuesto, la vacunación.
Estas medidas han sido ampliamente divulgadas por el Ministerio de Salud con el objetivo de que los salvadoreños las pongan en práctica.
Si la población retoma el cumplimiento de todos los protocolos de bioseguridad, como fue en el inicio de la pandemia, no afectará significativamente el tipo de variante del virus que circule en el país, porque se estará limitando la transmisión.
El Salvador está posicionado en Centroamérica con el mayor porcentaje de personas completamente vacunadas y unos de los países del mundo con un proceso de vacunación con mayor avance, cerca del 50 % de la población, al menos con la primera dosis del biológico.
Todas las vacunas adquiridas por el Gobierno han superado las pruebas científicas internacionales y brindan un alto grado de protección a los pacientes, ante el virus, independientemente a la variante: Todas cumplen con el objetivo de salvar la vida.
Los salvadoreños demostraron, el año pasado, ser un pueblo disciplinado al poner en prácticas las medidas preventivas. Esa determinación, sumada a las estrategias del Gobierno, son las que han permitido llegar a este punto de la pandemia, con los indicadores más bajos del mundo que incluyen la menor cantidad de personas contagiadas y un bajo índice de letalidades a nivel regional.