Atención a los más vulnerables ha mejorado de manera sustancial en el periodo del Presidente Nayib Bukele

Los salvadoreños enfrentaron, durante décadas, gobiernos que perpetuaban la exclusión y las inequidades. Durante la gestión pública actual, el Presidente Nayib Bukele ha emprendido acciones concretas para combatir esos problemas.

Las mejoras en los servicios que reciben los grupos más vulnerables de la población constituyen una respuesta directa frente a todos los años en los que los gobernantes anteriores solo buscaron a las personas por su voto.

El Ministerio de Desarrollo Local ha reforzado las atenciones para los adultos mayores, con la entrega de las pensiones y los paquetes alimentarios. Las pensiones se están entregando en 123 municipios, con ayuda de otras entidades del Estado; en tanto, los paquetes los distribuyen a escala nacional.  

Este mismo ministerio ha provisto ayuda para instalar proyectos comunitarios de agua potable, capacitar sobre nutrición y distribuir paquetes a los pescadores afectados por la veda del camarón que se estableció en mayo pasado.

La administración del Presidente Bukele se ha caracterizado por sus acciones preventivas y su planificación. Los Centros Urbanos de Bienestar y Oportunidades son espacios comunitarios de convivencia pensados para incidir en la prevención de la violencia:  Tienen áreas para actividad física, reuniones, capacitaciones y una diversidad de materiales para estimular el estudio y la creatividad.

La renovación de los hospitales y de las Unidades de Salud es otra solución que se ha entregado a los usuarios, después de tantos años de abandono. El Gobierno ha invertido en mejorar los hospitales nacionales de Usulután, San Miguel y Santa Rosa, entre otros más. En el contexto de la pandemia, las autoridades intervinieron todas las Unidades de Salud para convertirlas en espacios dignos, limpios y con buena atención.

La coordinación del Sistema Nacional de Vivienda es otro cambio fundamental que ha llegado gracias al Presidente Bukele y su propuesta para gestionar fondos públicos. En estos tres años, el acceso a una vivienda digna ha representado una inversión de $466.4 millones, en beneficio de más de 30,000 familias.

No solo han recibido respaldo personas damnificadas o que perdieron su techo por algún evento, sino que también grupos que tenían años esperando ser ayudados, como las comunidades en la Finca La Bretaña de San Martín, las familias en el Centro Histórico, los que viven sobre la línea férrea y jefas de hogar, por ejemplo.