Diputados recurren a prácticas golpistas del pasado contra un Presidente que ve hacia al futuro y que mantiene los niveles más altos de respaldo popular

Los partidos de oposición, que están vigentes desde antes de los Acuerdos de Paz, han recurrido a prácticas del pasado como el fallido golpe de Estado parlamentario el 9 de febrero de este año, contra el Presidente Nayib Bukele, quien ha realizado importantes transformaciones y una apuesta por el futuro, con importantes cambios en materia de salud, infraestructura, educación y seguridad.

 

El Mandatario, además, cuenta con las mejores cifras de respaldo y la mejor imagen a escalas nacional e internacional, por sus acciones oportunas en la atención de la pandemia, generando las condiciones sanitarias que los mismos legisladores que ahora lo quieren derrocar se negaron a brindarle al inicio de la emergencia sanitaria.

 

Importantes proyectos de infraestructura vial a través del Ministerio de Obras Públicas, como la construcción del Periférico Claudia Lars, la ampliación de cuatro carriles de 21 kilómetros de carretera desde playa El Obispo hasta el Zonte, además del proyecto emblemático Surf City, son muestras de una visión a futuro enfocada en el desarrollo de los salvadoreños.

 

En materia de educación, el Presidente ha impulsado acciones que administraciones pasadas jamás lograron, pese a que se comprometieron con la población. Los mismos que ahora buscan inhabilitar al Gobernante, dejaron sin computadoras a estudiantes del sector público, bloqueando los fondos para el programa de reducción de brecha digital, que el Gobierno ha logrado desarrollar pese a la negativa de la oposición.

 

El discurso de estos partidos contra el Presidente se materializa, al final, en un desprecio a la población, que ahora recibe alimentos hasta la puerta de los hogares que más lo necesitan, además de la construcción de viviendas para personas que perdieron todo por los estragos que dejaron los fenómenos naturales.

 

Los diputados de oposición crearon un libreto falso sobre los hechos del 9 de febrero de 2020, pero exactamente un año más tarde proponen un fracasado golpe de Estado parlamentario con el pretendían resolver, según ellos, los problemas de la democracia acabando con la democracia misma, luego de que la población dio su amplio respaldo en las urnas al Presidente Bukele el pasado 3 de febrero de 2019.