El área social es de las principales políticas de Estado del Presidente Nayib Bukele 

El periodo para estudiar y dialogar sobre la planificación del gasto para el 2023, que se materializa en el Presupuesto General de la Nación, ocurre cada septiembre.

El Gobierno mantiene los tiempos establecidos para la elaboración del anteproyecto de ley, donde quedarán consignadas las acciones institucionales diseñadas para dar a la población el mejor servicio.

Según la Política Presupuestaria 2023, las prioridades nacionales son: primera infancia, niñez y adolescencia; educación; salud; seguridad pública; infraestructura; agricultura; turismo; economía, finanzas y política exterior; deportes y cultura.  

Esta programación de los recursos por administrar el próximo año hace un énfasis en ejecutar las acciones necesarias para que “en los programas y proyectos institucionales se incorporen los enfoques transversales de género y derechos humanos”, indica el documento previsional.

Es importante destacar que la política menciona cuáles son esos sectores que requieren especial atención de parte del Estado. “Asimismo, y en armonía con políticas y legislación vigente, lo relacionado con Primera Infancia, mujer, niñez, el adulto mayor, agricultura familiar y beneficios y prestaciones económicas y sociales a los veteranos militares y excombatientes”. Otros grupos donde hay líneas específicas para mantener los programas de apoyo son las víctimas de la guerra y los familiares de estas, junto con las personas con discapacidad. 

Los gobiernos anteriores no lograron atender a estos grupos de población de manera efectiva; sin embargo, el Presidente Bukele y su equipo han marcado una importante diferencia en temas sensibles que van desde el acceso a vivienda hasta la protección ante crisis mundiales.  En la misma línea, la Política Presupuestaria deja consignado que seguirá el combate a los grupos terroristas y el estímulo a las actividades productivas.  

Está previsto que El Salvador mantenga un ritmo positivo de crecimiento durante el próximo año, estimado en 2.7 % para contar con los recursos adecuados que ayuden a sostener estas iniciativas.

Otra de las previsiones es que se podrá recuperar el balance primario positivo, es decir, que los ingresos cubran los gastos esenciales de administración (sin incorporar la deuda).  Así, el aporte de los impuestos como proporción de la producción nacional será de 21 %, una leve mejora respecto de los años anteriores.