Empresarios del transporte público de pasajeros afirman que las extorsiones han bajado un 95 % con el plan del Gobierno

Los dirigentes del sector transporte público de pasajeros afirmaron que registran una baja del 95 % de las extorsiones y que esto es debido a las acciones de la estrategia de seguridad implementadas por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.

“La importancia de haber introducido una decisión por parte del señor Presidente (Nayib Bukele), como lo fue el régimen de excepción, que esto ha bajado en un 95 % el tema de la extorsión que había venido haciendo víctima este sector durante estos años”, afirmó William Cáceres, empresario del transporte y representante de la Federación de Cooperativas de Transporte (Fecoatrans).

Los empresarios reconocieron la valentía del Gobierno del Presidente Nayib Bukele de combatir a las pandillas con contundencia dejando en prisión a 49,835 terroristas lo que ha traído beneficios al sector que representan, el cual durante décadas ha sido de los mayormente golpeados por el accionar de los criminales.

“No había, ni hubo un gobierno que tomara esa valiente decisión de atacar un cáncer que tenía prácticamente quebrado a este sector transporte público”, afirmó el empresario William Cáceres, al reconocer el esfuerzo de este Gobierno de acabar de raíz con esos grupos de terroristas.

El empresario sostuvo que a los gobiernos anteriores les pidieron parar las extorsiones de pandillas, pero que nunca fueron atendidos.

Genaro Ramírez, presidente de la Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños (AEAS) reconoció que las estrategias de seguridad del Gobierno del Presidente Nayib Bukele han impactado de manera positiva en el sector transporte.

Por décadas este rubro ha sido blanco de amenazas de pandillas para exigir la entrega de fuertes sumas de dinero a diario, semanal y mensual como extorsión a cambio de no sufrir atentados.

Pese a ello, cientos de motoristas y empresarios fueron asesinados al resistirse a pagar extorsión y muchas de sus unidades fueron tiroteadas o incendiadas por los terroristas como presión para lograr sus nefastos objetivos.