Gestión de recursos permite mejorar la protección social, atender crisis, invertir para el futuro y honrar compromisos

El Salvador ha enfrentado cuatro eventos críticos desde que el Presidente Nayib Bukele inició su mandato, a pesar de esa situación, ha sido posible llevar el país hacia la ruta de un mayor bienestar para la población.

Después de la pandemia, llegó la crisis de los contenedores, la tendencia en el incremento de precios, la guerra entre Ucrania y Rusia y la ola de asesinatos a cargo de las pandillas.

El Presidente Nayib Bukele ha tomado las decisiones oportunas para responder ante los incidentes, sin descuidar las demás áreas de trabajo. Los esfuerzos coordinados entre las instituciones, el uso correcto de los fondos públicos y la confianza de los organismos cooperantes han generado resultados favorables para la población.

Entre 2021 y 2022, el Gobierno ha ejecutado un presupuesto donde más del 40 % está orientado a Salud, Educación, Seguridad y Defensa. Esta priorización de los recursos requería, en primer lugar, voluntad política. Gobiernos anteriores prefirieron restringir el presupuesto nacional a satisfacer los intereses de sus círculos de poder.

El fortalecimiento del sistema de protección social se observa con los programas de inversión en todo el sistema de salud, equipamiento de los hospitales, contratación de más personal sanitario, entrega de laptops y tablets, inversión en infraestructura escolar, continuidad de las medidas de seguridad, equipamiento de la Policía, renovación del Sistema Nacional de Protección Civil y fomento de la cultura.

De manera simultánea, los diferentes ministerios, junto con sus dependencias y las empresas estatales, continúan firmes en las obras de inversión para estimular a los sectores productivos. Los cuatro periféricos, la construcción y ampliación de carreteras, la apuesta por la energía, el plan de $1,500 millones de inversión en obra pública (en marcha) y el respaldo al turismo cuentan con apoyo de fondos propios y externos.

Junto con estas acciones, el Gobierno ha logrado cumplir con todos los compromisos de deuda pendientes y, a pesar de tener un contexto desafiante, lo ha hecho de manera puntual. El peso de la deuda en el total de la economía está en un 80 % a enero de 2022, una reducción en comparación con 2021 y 2020.

Finalmente, las autoridades mantienen beneficios que ayudan a las familias, como las 11 Medidas ante la Inflación Mundial, más otras complementarias para dar alivio a la población ante los precios altos, que en total cuestan $50 millones al mes, sin descuidar las pensiones a veteranos y otras subvenciones.