Gobierno garantizará recuperación de pérdidas agropecuarias por lluvias

El Presidente de la República, Nayib Bukele, aseguró que su Gobierno concentrará esfuerzos en la recuperación de las pérdidas en el sector agropecuario a causa de las tormentas que han impactado al país desde el pasado fin de semana, reactivando al sector para alcanzar un nivel de autoabastecimiento alimentario en el país.

“Hay que hacer un plan de autosuficiencia alimentaria, hay que hacer un plan de reactivación del agro y hay que hacer un plan de recuperación de lo que perdimos en estos siete días”, instruyó a su ministro de Agricultura y Ganadería, Pablo Anliker, tras conocer un informe preliminar del impacto de las lluvias en el sector.

El ministro informó al Presidente que en un monitoreo preliminar realizado en 67 municipios, 7,075 manzanas de las 7,757 destinadas a la siembra de maíz han tenido una afectación en un grado severo y bastante severo. En otros 24 municipios se registraron pérdidas en cultivos de frijol.

En Zapotitán, jurisdicción de Ciudad Arce, donde se encuentran las mayores siembras de arroz del país, 1,200 manzanas se encuentran anegadas, agregó el ministro. Además, se han registrado al menos 176 productores con problemas generados por los vientos y deslizamientos de tierra. Añadió que al menos 2,500 aves de corral han muerto, al igual que 100 cabezas de ganado.

Ante ese escenario, el Presidente Bukele urgió al titular del MAG a trabajar de la mano con las instituciones financieras públicas, como el Banco de Fomento Agropecuario (BFA), el Banco Hipotecario y el Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL).

“Podríamos garantizar la compra de su producción en algunos casos, para que ellos tengan seguro cómo pagarle al banco, sino solo los vamos a meter en deudas de las que no van a poder salir”, agregó el jefe de Estado.

Agregó que, ante el impacto mundial que el COVID-19 en la economía, incluyendo la industria de los alimentos, el país debe prepararse para garantizar la seguridad alimentaria de los salvadoreños.

Debemos “prepararnos para lo que está perdiendo el mundo, porque si somos un país netamente importador prácticamente del 75% de los alimentos nos va a venir a golpear una tercera crisis cuando nos toque comprar alimentos caros y la gente va a tener el mismo dinero, o menos, para comprar la misma cantidad de alimentos a un precio más alto”, señaló.