Gobierno logró establecer las bases para un crecimiento sostenido y equitativo, luego de la recuperación

La pandemia por COVID-19 provocó un impacto profundo en todas las naciones, tanto por temas de salud como los relacionados con las actividades económicas.

El Presidente Nayib Bukele decidió poner la vida de los salvadoreños en primer lugar, una estrategia que resultó ser también efectiva para impulsar las actividades productivas a un ritmo que no habían logrado en 30 años (o más).

Luego de haber logrado iniciar el periodo acelerado de recuperación en 2020, con una reapertura programada –que los magistrados anteriores intentaron desmantelar-, El Salvador cerró en mejor situación de la que se había previsto.

Hacia el cierre del primer semestre de 2021, el país había recuperado los empleos que dejaron de aparecer en planilla como consecuencia de la pausa económica que provocó la pandemia. En ese momento, ya era un crecimiento de 8.7 %, donde la mayor generación de empleos se mantenía en el sector privado.

De esta manera, en 2021, El Salvador alcanzó su mayor ritmo de crecimiento desde que hay registros oficiales: 10.3 % interanual. En comparación con 2020, la economía salvadoreña pudo recobrar la caída de 2020, y además de eso, crecer un poco más.

En este proceso, el país logró batir sus propios récords en diferentes indicadores. Para el caso del empleo formal, por ejemplo, llegó a 915,096 trabajadores. Los nuevos trabajadores inscritos –que comienzan a cotizar– se contaron en más de 97,000.

El comercio exterior ha sido uno de los que más aporta en materia del desempeño de la economía en su totalidad. Bajo el liderazgo del Presidente Bukele, más el acompañamiento continuo a los exportadores, por primera vez El Salvador superó la barrera de los $500 millones en ingresos por comercio exterior e incluso llegó a los $710.2 millones en un solo mes (marzo 2022) y logró acumular más de $2,400 millones al quinto mes del presente año.

Las inversiones, tanto privada como la pública, han contribuido en este impulso que viene desde la reactivación posterior a la pandemia.  Así, la inversión privada llegó a $5,291.45. La comunidad de salvadoreños en el exterior ha aportado $303.7 millones, repartidos en 116 proyectos.

Otros datos históricos que han sido posibles gracias a las condiciones que genera el liderazgo del Presidente Bukele incluyen el 30 % de aumento en turismo luego de implementar la Ley Bitcoin, el aumento del 20 % al salario mínimo cuando comenzó el problema de la inflación e ingresos de $1,400 millones por turismo.