Instituciones de Seguridad destruyen 1,431 armas que fueron decomisadas a los grupos criminales

Uno de los principales propósitos del Gobierno del Presidente Nayib Bukele en el área de seguridad pública es brindar a la población la tranquilidad que por décadas no pudieron tener con los gobiernos anteriores.

Además de la captura de criminales, por diferentes delitos, la Policía Nacional Civil (PNC) contabiliza en lo que va del año la incautación de 2,500 armas de fuego de diferente tipo y calibre.

Las acciones para lograr el decomiso de armas de fuego es una de las estrategias definidas por el Plan Control Territorial, como parte del combate frontal a los grupos de pandillas.

Este viernes, un total de 1,431 armas, decomisadas por la Policía fueron destruidas por el personal de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR) en el municipio de Quezaltepeque, en el departamento de La Libertad.

El uso de estas armas ya fue investigado por la División de Armas y Explosivos, de la Policía, para determinar en los delitos que fueron utilizadas. Fueron fundidas 913 armas cortas, 467 armas largas y 51 armas artesanales, con el propósito de evitar que este arsenal regrese a manos de delincuentes.

La destrucción de las armas se da en cumplimiento al artículo 217 de la Constitución de la República y a los artículos 75 y 76 de la Ley de Control y Regulación de Armas, Municiones, Explosivos y Artículos Similares.

Los artefactos localizados por los policías de la División de Armas y Explosivos son desechados periódicamente, según un protocolo de seguridad y de verificación de las otras instituciones del Estado para evitar que se falsifique el proceso, como sucedía en los gobiernos anteriores, donde fingían la destrucción de los arsenales, pero no era real, tal y como fue demostrado en sede judicial.