La alta ejecución de la inversión privada muestra el acierto del Gobierno para crear un mejor clima de negocios en el país
La ejecución de la inversión privada en el país, tanto local como extranjera, es una señal que confirma la efectividad que tienen las acciones del Gobierno del Presidente Nayib Bukele para mejorar el clima de negocios.
Datos de la Secretaría de Comercio e Inversiones de la Presidencia de la República y del Banco Central de Reserva (BCR) demuestran que hay una mejora en el flujo de inversión. Esto, al mismo tiempo, generará oportunidades de empleo y más ingresos para los hogares.
Según esta secretaría, en 2021 se han ejecutado 200 proyectos de inversión que han permitido aportar $2,400 millones en el transcurso del año. Esto activa la demanda de más trabajadores y también propicia un efecto de contagio en el desarrollo local. “Se han implementado muchas estrategias para estimular la economía”, dijo el titular del BCR, Douglas Rodríguez.
Estas estrategias son la protección de la población ante la pandemia (estabilidad laboral), mayor seguridad pública, facilitación de trámites, innovación tecnológica y condiciones de seguridad jurídica.
En tanto, la Inversión Extranjera Directa (IED) lleva un acumulado de $366 millones en el primer semestre de 2021. “Más importante aún es que $399 millones que han registrado estas empresas extranjeras, en lugar de llevárselo a sus casas matrices, o invertirlo en otro país, han decidido reinvertirlas en El Salvador”, destacó el presidente del Banco Central..
Los organismos multilaterales también han dado su voto de confianza al rumbo que lleva el país. El Banco Mundial aprobó créditos en condiciones favorables después de 10 años de no haber concedido una operación nueva.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) respalda la proyección de crecimiento de la producción nacional del 9 % para este año y otros organismos continúan mostrando interés en apoyar los proyectos del país.
Además, el Gobierno hace su parte con la inversión pública estratégica. Las obras viales y la dignificación del bienestar social para todos los salvadoreños es una base sólida para el desarrollo económico sostenible, porque la gente tiene mejores expectativas para su futuro.
Ahora, con el presupuesto nacional para 2022, está garantizada la continuidad de las estrategias y las políticas públicas que han permitido al país mantenerse como un destino atractivo de inversión.