La salud y la vida de los salvadoreños son la prioridad en el Gobierno del Presidente Nayib Bukele
En menos de dos años de administración del Presidente Nayib Bukele se han logrado históricos cambios en beneficio de la salud del pueblo salvadoreño, que los gobiernos pasados no pudieron hacer en décadas. El sistema hospitalario público pasa por un plan de modernización y los resultados se están viendo con la mejor atención de pacientes.
El presupuesto ordinario del Ministerio de Salud pasó de $757.85 millones a $1.034.3 millones (36 % de aumento) y al juntar las partidas presupuestarias con las de entidades públicas del sector salud, Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), Instituto Salvadoreño de Bienestar Magisterial (ISMB), Consejo Superior de Salud Pública (CSSP) y la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM), el Gasto Público en Salud alcanza el 6.8 % equivalente al Producto Interno Bruto (PIB).
Con esta decisión El Salvador se está equiparando a países como Argentina y Uruguay con gran tradición de inversión en salud, que reflejan porcentajes altos en América Latina en cuando al gasto en salud en relación a su PIB. Dicho en otras palabras, el Gobierno ha puesto la salud de los ciudadanos al centro de todos sus proyectos.
A principios de este año, el Presidente anunció un incremento salarial en cumplimiento con la Ley del Escalafón para todo el personal de Salud, nivelación y reclasificación de plazas, entre otros beneficios.
Desde el año pasado, además, se han mejorado los procesos de compra de medicamentos para que no falten en las despensas de las farmacias de la red pública. La idea es que los pacientes lleguen a su consulta y regresen a su casa con los medicamentos.
Debido a la pandemia hubo necesidad de acelerar los trabajos de remodelación y adecuación de áreas en los hospitales porque el sistema de salud paupérrimo, dejado por los anteriores gobiernos, no garantizaba una atención óptima para los pacientes, y menos con la amenaza de la pandemia de COVID-19.
Ahora se cuenta con modernos equipos médicos, más personal profesional y mejores instalaciones. La atención de los pacientes ha mejorado abismalmente en comparación con la que había bajo administraciones anteriores. Todavía hace falta alcanzar un mejor nivel, pero el Gobierno está en el camino correcto para construirlo.