Las políticas económicas del Gobierno de Presidente Nayib Bukele generaron en el último mes 11,639 empleos adicionales
El incremento en la cantidad de empleos formales demuestra que las acciones que emprendió el Gobierno del Presidente Nayib Bukele para impulsar la economía dieron resultados positivos.
La Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) reportó 758,766 cotizantes en el sistema de ahorro para pensiones en junio.
Este total es equivalente a un incremento de 11,639 empleos en comparación con mayo de este mismo año, una variante positiva que no tiene precedentes en los períodos recientes.
Además, al confrontar con los datos del año pasado, hay 97,742 cotizantes más, tomando en cuenta que el segundo trimestre del 2020 fue el más complicado en el contexto de la lucha contra la pandemia por COVID-19.
La evolución favorable de los indicadores de empleo comprueba que iniciativas como el incremento al salario mínimo son pertinentes, en especial porque están complementadas por otras acciones que contrarrestarán los efectos negativos.
Desde que ordenó las medidas como el confinamiento y la pausa en diferentes actividades, el Presidente Bukele además instruyó ejecutar acciones orientadas a proteger la economía familiar y mantener activas las inversiones estratégicas.
Los esfuerzos continuaron durante el período de reapertura, por lo que hasta la fecha el Gobierno mantiene la mayoría de sus medidas contracíclicas en afán de estimular la economía y el aparataje productivo nacional.
Hay un indicador que también demuestra cómo las unidades productivas han logrado aumentar sus ingresos, como parte de la recuperación económica del país.
La recolección del Impuesto Sobre la Renta (ISR), en sus tres modalidades, llegó a $1,298 millones en junio, equivalente a un aumento de 27.4 % respecto del mismo mes en 2020.
El incremento más dinámico ha sido, precisamente, en las declaraciones y el pago a cuenta, dos transferencias representativas de la actividad productiva.
El Gobierno del Presidente Bukele se ha caracterizado por incentivar la productividad sin sacrificar la inversión social. Todo lo contrario: con voluntad política, trabajo coordinado y una gestión eficiente de los recursos, el país avanza en solucionar las deudas históricas de la población.