Medidas del Gobierno del Presidente Nayib Bukele para amortiguar la inflación siguen beneficiando a la población salvadoreña

El Gobierno del Presidente Nayib Bukele coloca al centro de todas sus acciones a la población, a fin de garantizar su bienestar y, ante los efectos de la inflación mundial, ha impulsado una serie de medidas que permiten amortiguar el efecto de la crisis internacional y evitar el impacto en la economía de los salvadoreños.

 

Producto de estas acciones, El Salvador ha logrado ser de los países de la región centroamericana, y a escala de América Latina, con el índice de inflación más bajo. Actualmente, es de 7.8 % y se ubica por debajo de Costa Rica y Honduras, quienes tienen una inflación de 10.1 % y 10.2 %, señaló el presidente de la Defensoría del Consumidor, Ricardo Salazar.

 

“Estas cifras muestran la efectividad de las medidas, de cómo están amortiguando el impacto. Siempre dijimos que estas medidas iban a aliviar el bolsillo de la población”, declaró.

 

El funcionario amplió que, incluso, Estados Unidos ha sido seriamente afectado por esta crisis y cerró junio con una tasa del 9.8 %. Por lo que enfatizó en el esfuerzo sin precedentes que desarrolla el Gobierno salvadoreño para que la población tenga un impacto directo con las iniciativas, las cuales fueron tomadas con suficiente antelación.

 

Salazar resaltó el liderazgo del Presidente Bukele, quien siempre está pendiente de las implicaciones del contexto internacional, con el objetivo de tomar decisiones oportunas orientadas a proteger a la población. Esa misión ha dado resultados y garantizado el bienestar de los salvadoreños, en cuatro meses de la implementación de las medidas, que representan un importante cinturón de protección

 

El funcionario dijo que para las familias que compran al menos 10 galones de gasolina especial a la semana, la fijación de los precios de los combustibles representa un ahorro que ronda los $19; mientras que en el caso de la regular y diésel es de $16.

 

Estas medidas, a las que todos los salvadoreños tienen acceso y reciben directamente, permiten que puedan continuar abasteciéndose de hidrocarburos, comprando los productos esenciales para su alimentación y que su presupuesto general no se vea afectado.