A pesar de un año de boicot al sistema de salud pública, de parte de opositores políticos, el Gobierno ha hecho un excelente manejo de la pandemia
Los grupos detractores y opositores al Gobierno del Presidente Nayib Bukele, entre ellos diputados de la Asamblea Legislativa, llevan un año oponiéndose a todas las iniciativas en favor del pueblo salvadoreño. Han mantenido un boicot al sistema de salud pública y a las estrategias implementadas para el abordaje de la pandemia.
Los diputados han llamado a declarar a casi todo el gabinete de Gobierno por el tema del manejo de la pandemia, en un intento fallido por hacerlos quedar mal.
De hecho, el 15 de febrero pasado, los diputados recomendaron al Presidente la destitución del ministro de Salud, Francisco Alabi, porque a juicio de ellos, supuestamente, no ha demostrado un buen desempeño en el manejo de la crisis sanitaria.
Esa opinión no es ni por cerca a la de la comunidad de profesionales de medicina a escala internacional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un documental de El Salvador haciendo una recopilación de las principales acciones que el Gobierno ha implementado en la lucha contra el COVID-19.
A decir del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, “la respuesta fuerte de El Salvador al COVID-19 se basa en preparación, equipamiento de hospitales, atención comunitaria y capacitación de trabajadores de la salud”.
El Gobierno de El Salvador ha hecho uno de los mejores manejos de la pandemia en el mundo, logrando reducir la cantidad de personas contagiadas y letalidades. Esas acciones sanitarias servirán como ejemplo para otros países.
Al frente de todas estas acciones han estado el Presidente de la República y el ministro de Salud, Francisco Alabi, quien en una ocasión cuando fue llamado a la Asamblea Legislativa reiteró haber aplicado las medidas acertadas para combatir el COVID-19.
El reconocimiento de la comunidad internacional al trabajo en el tema de prevención y manejo de la pandemia tiene un alto significado al desempeño de todo el personal de salud que se ha mantenido trabajando en la primera línea.