El Presidente Nayib Bukele impulsa la economía hacia un mejor futuro, más allá de voces anacrónicas que buscan infundir temor en la población

La circulación legal del bitcóin inició el pasado martes en El Salvador, como un método alternativo de transacciones económicas disponible para todos.

Este proyecto captó la atención de los expertos en finanzas de diferentes partes del mundo, porque mostró al Gobierno del Presidente Nayib Bukele como un pionero en tres aspectos clave: lograr que la criptomoneda más fuerte tenga circulación legal en el país, entregar bitcóin a los salvadoreños e invertir en este activo con las herramientas que proveen las leyes vigentes.

El dólar continúa como la principal referencia para los salarios de todas las actividades, los precios y los registros contables, de conformidad con el marco jurídico actual. El uso de bitcoin es opcional.

Establecimientos comerciales y proveedores de servicios de todo tipo han tomado la circulación legal del bitcoin como una oportunidad para ofrecer tratos atractivos a sus clientes, junto al incentivo equivalente a $30 que viene con la Chivo Wallet.

De eso se trata este tipo de iniciativas, que incluyen un estímulo del Gobierno: dinamizar la economía y generar oportunidades de manera inclusiva.

El bitcóin favorecerá la participación de más personas en el sector financiero, estimulará el turismo, aumentará las posibilidades para que los emprendedores encuentren nuevos mercados y dará una ventaja competitiva a El Salvador respecto de otros países.

Aún hay sectores de oposición que quieren ver al país rezagado y tratan de infundir temor en la población. Sin embargo, el Gobierno del Presidente Bukele trabaja en un plan integral para que los beneficios de tener al bitcóin como método alternativo de pago lleguen a todos.

Así, como sucedió con las acciones para enfrentar el COVID-19 o las que permitieron reducir la incidencia de la criminalidad en el país, los planes del Gobierno de El Salvador permitirán ir más allá de las críticas destructivas y otorgarán a la población la posibilidad de construir mejores expectativas para su futuro.