El Salvador marca una diferencia en la región con la Ley Nacer con Cariño y cumple las recomendaciones de Naciones Unidas

La decisión de atender con calidez y dignidad el alumbramiento en el sistema público de salud es un cambio histórico que cumple con estándares internacionales que han establecido las organizaciones de Naciones Unidas. 

De esta manera, El Salvador ha vuelto a marcar un precedente en atención social en la región, bajo el liderazgo de la Primera Dama, Gabriela de Bukele.

“Esta ley ha tomado en consideración las recomendaciones de la OPS/OMS para los aspectos del cuidado de la madre y del recién nacido”, dijo Giovanni Escalante, representante en el país de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que trabaja en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).  La entidad que Escalante representa da un acompañamiento a la implementación de la Ley Nacer con Cariño, que fue promovida por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.

En este sentido, la representante del despacho de la Primera Dama, Elisa Gamero, destacó que “nuestro país se ha convertido en el primero de Centroamérica en tener una ley de parto respetado”. 

Los beneficios de introducir estas mejoras han sido demostrados a lo largo de los años.  “La evidencia científica nos marca un camino hacia una atención totalmente diferente, en un parto donde se centra en forma segura una experiencia satisfactoria”, dijo la directora del Instituto Nacional de la Salud, Xóchilt Sandoval.  

Los cuatro grandes cambios que vendrán en el sistema público de salud con esta normativa son una comunicación efectiva entre quienes atienden a la mujer que está por parir, la madre puede elegir a un acompañante cuando está dando a luz, no separarán al bebé de su madre –a menos que haya una condición médica que lo requiera– y desde ese momento prepararán a las familias para el proceso de lactancia. Si bien son las líneas principales, ya el Gobierno promueve muchas otras medidas más orientadas a la capacitación, la instalación de salas situacionales, entre otros. 

“Contiene un conjunto integral de acciones para proteger a la mujer, a los niños, las niñas y que tengan las mujeres los cuidados necesarios”, destacó Escalante.

El respeto y la atención a la Primera Infancia, desde que inicia el periodo de gestación, es una deuda histórica que la Primera Dama y el Gobierno en su totalidad han comenzado a resolver.