El Salvador, país donde la gran mayoría de su población aplaude el buen rumbo en el que se avanza hacia el desarrollo
El Salvador ha dejado de ser un país a la deriva, como era durante gobiernos anteriores que no tenían claridad en como solucionar los problemas nacionales. Hoy el 69 % de la población considera que el país “va por buen rumbo”, algo que contrasta con otros países de la región y que ratifica que las buenas políticas del Presidente Nayib Bukele crean confianza y estabilidad para los salvadoreños.
Así, el último estudio de la casa encuestadora CID-Gallup, retomado por la revista Forbes Centroamérica, confirma que El Salvador es el único país de Centroamérica donde la mayoría de los ciudadanos dan esta muestra de apoyo al Gobierno, contrario a Honduras, Guatemala y Costa Rica.
Esto viene a abonar otros resultados positivos, como el excelente manejo de la pandemia por parte del Ministerio de Salud, en gran medida por el Plan Nacional de Vacunación anti COVID-19, el proceso de recuperación económica del país, el Plan Control Territorial y otras políticas de bienestar social.
Hay que recordar que el Presidente Bukele tiene un amplio respaldo ciudadano y que, junto con la Asamblea Legislativa, se están impulsado iniciativas de ley para encauzar al país, luego de años de una excesiva polarización política y de lentitud en la ejecución de proyectos y obras para favorecer a las mayorías.
Durante el último año la mayoría de encuestas, de diferentes casas encuestadoras, además han ratificado que el Presidente Bukele conduce por buen camino el país y que su liderazgo es ponderado, a nivel internacional, como uno de los más reconocidos por la manera de como toma decisiones para favorecer a las mayorías y crear una buena gobernabilidad entre todos los sectores.
De este modo el Presidente Bukele y su Gobierno seguirán recorriendo, junto con el pueblo salvadoreño, el camino hacia el desarrollo económico y social, además de vencer la pandemia de COVID-19, impulsar políticas territoriales y abrir oportunidades para todos los ciudadanos, en contraposición al estancamiento y la indiferencia que se mostró en décadas de anteriores administraciones gubernamentales.