El uso de la mascarilla no es opcional sino obligatorio para la población en todo el territorio

En el decreto transitorio No.90 aprobado por la Asamblea Legislativa, por iniciativa del Gobierno del Presidente Nayib Bukele, establece, entre otras disposiciones, el uso obligatorio de la mascarilla para todos los salvadoreños y extranjeros que se encuentren en el país.

La mascarilla debe ser utilizada de forma correcta cubriendo la boca y nariz, pues de esta forma se limita en un alto porcentaje la transmisión del virus de persona a persona. Aunque esta medida no desplaza en ningún momento la eficacia del distanciamiento social (físico).

La evidencia científica más reciente detalla que la capacidad promedio de filtrado de una mascarilla es entre el 30 % y 70 %. Una ventaja en lugares donde se encuentre una alta concentración de personas o en espacios cerrados con poca entrada de aire.

En el referido decreto que está en vigencia por 90 días se lee: “En las demás concentraciones no prohibidas por el presente decreto será obligatorio el uso de la mascarilla”.

El uso de la mascarilla obligatorio en las actividades cotidianas como viajar en un autobús, visitar un centro comercial, asistir a una iglesia, entre muchas otras, debe estar acompañado por la implementación de las medidas sanitarias básicas como el frecuente lavado de manos con agua y jabón, pero sobre todo evitar las aglomeraciones.

El Gobierno mantiene la estrategia de distribución gratuita de un millón de mascarillas para visitantes de centros turísticos y culturales, así como usuarios de autobuses. Esta decisión ha sido muy bien recibida por la población.

Los salvadoreños deben tomar mayor consciencia en el tema de la prevención sanitaria porque de esta forma se protegen y salvaguardan la salud de otras personas. Nadie quiere que en el término de dos semanas los casos de contagio se multipliquen exponencialmente, debido a la irresponsabilidad de algunos.

Muchas personas están contagiadas y no lo saben porque son asintomáticas, pero pueden transmitir el virus y comprometer la salud de otras que desarrollen las formas más complejas de la infección causada por el SARS-CoV-2.