En los primeros dos días de régimen de excepción vigente en El Salvador, el Gobierno registra más de mil capturados
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele, a través de la Policía Nacional Civil (PNC), contabiliza la detención de 1,400 miembros de estructuras de pandillas reportadas desde el sábado pasado en distintos puntos del país.
La mayoría de los arrestos de pandilleros fue tras la entrada en vigor del régimen de excepción aprobado el domingo por la Asamblea Legislativa para combatir de manera frontal a las estructuras de pandillas que generaron una ola de homicidios entre la población durante el viernes y el sábado anterior.
El decreto del régimen de excepción establece que la detención administrativa de arrestados puede durar hasta 15 días, y no 72 horas que constituye el plazo máximo que una persona puede estar detenida sin enfrentar una acusación previo a una audiencia inicial en un proceso regular.
El Presidente Bukele envió el lunes anterior un contundente mensaje a los grupos de pandillas en los que les exigen que paren de matar o de lo contrario, los pandilleros que se encuentran recluidos en los distintos centros penales pagarán por ello. 1,400 pandilleros capturados en solo tres días.
Además, el Mandatario detalló que se mantendrá mayor rigurosidad en el interior de los recintos penitenciarios, como racionar la cantidad de comida a los privados de libertad; dormir sin colchonetas, y evitar que salgan a las áreas comunes.
El personal de la Policía y de la Fuerza Armada de El Salvador continúa desarrollando operativos para capturar a más pandilleros, que según las investigaciones preliminares los vinculan con diferentes delitos en perjuicio de la población salvadoreña.
La Policía ha desarticulado estructuras criminales en todos los departamentos del país, principalmente en San Miguel, Morazán, La Unión, La Paz, San Salvador, Sonsonate y La Libertad.
Además de las capturas, las autoridades de seguridad están enfocadas en golpear las finanzas de las estructuras de pandillas, para evitar que continúen infundiendo temor en la población salvadoreña.