Gestión del Presidente Bukele impulsa la diversificación de la matriz energética en favor del crecimiento sostenible

La participación de más fuentes de energía en la oferta nacional ha incrementado durante la gestión del Presidente Nayib Bukele, como parte de una apuesta integral por el desarrollo sostenible y el bienestar social. 

El Gobernante salvadoreño detalló cómo, desde su administración, fue posible desentrampar proyectos de gran magnitud que aceleraron la diversificación de la matriz energética, un cambio que además facilita la generación de empleos y contribuye a mantener precios estables en el servicio. 

Uno de los ejemplos es la planta de Energías del Pacífico, en la zona occidental. “Al inicio de mi Presidencia, comenzamos a construir una planta energética de gas natural a cargo de un consorcio privado (Invenergy). Es un proyecto de $1,000 millones que generará 380 megavatios (MW), 24/7, más limpia y más barata que la de otros generadores en la región”, detalló el Presidente.  Energías del Pacífico inyectará de manera oficial en mayo.

Además de eso, “en lugar de importar energía, la vamos a exportar. Al mismo tiempo, conseguiremos que las centrales más antiguas –con energía cara y contaminante– queden obsoletas”, explicó el Mandatario.  

Por ahora, el país aún importa energía porque hay participantes del mercado regional energético que siguen comercializando a precios más competitivos que los nacionales.  Durante los próximos meses, con más proyectos a finalizarse dentro de esta industria, esta relación cambiará. 

El Presidente luego se refirió a la central 3 de Febrero, en San Miguel, que también tenía un atraso acumulado de al menos 10 años. Dicha central hidroeléctrica ya está en sus fases de prueba, es decir, la construcción está terminada. Con esta hidroeléctrica se producirán 66 MW de una fuente amigable con el medio ambiente.

Gracias al trabajo articulado de las instituciones, fue posible sacar del estancamiento a Ventus, la primera planta eólica en el país, una opción también que tiene un mínimo impacto en el medio ambiente con sus operaciones.

El apoyo decidido a la diversificación energética, según consignan las estadísticas oficiales, ayuda con la estabilización de precios, genera empleos, favorece la innovación y reduce el daño a la naturaleza.