Gobierno del Presidente Nayib Bukele impulsa una apuesta decidida por preservar el recurso hídrico y garantizar el agua a las nuevas generaciones
La apuesta del Gobierno del Presidente Nayib Bukele por preservar el recurso hídrico y llevar el servicio de agua potable a todos los salvadoreños ha comenzado con el trabajo del Comisionado Presidencial para el Agua, Frederick Benítez, cuya función se basa en la búsqueda de proyectos estratégicos con miras a garantizar el servicio de agua potable a las nuevas generaciones, con base en una Política Nacional de Agua.
Este impulso en este tema es inédito, de acuerdo con el Comisionado Benítez, pues por primera vez un Gobierno busca que el recurso sea aprovechado por todos los salvadoreños, como un derecho humano que, por décadas, administraciones anteriores le negaron a la población. “Por primera vez en la historia, en el país se le está dando importancia al tema agua”, afirmó el funcionario.
El rol que ejercerá el nuevo Comisionado está encaminado a brindar el apoyo a todos los operadores que no forman parte de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), formulando proyectos y mejoras en el servicio, con una visión estratégica de mediano y largo plazo.
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En esta visión de desarrollo del recurso hídrico, una de las principales líneas estratégicas es el tratamiento del río Lempa, del que se intervendrán 20 kilómetros para buscar nuevas fuentes de agua. Uno de los objetivos es crear micronúcleos para potenciar sistemas efectivos de riego y agua potable, donde también se pueda beneficiar a sectores sociales específicos, como escuelas y comunidades.
Para este esfuerzo, el Gobierno está en pláticas avanzadas con organismos y agencias internacionales con miras a buscar financiamiento, además de la apuesta presupuestaria que el Ejecutivo ha destinado para proyectos de visión estratégica.
En este mismo esfuerzo, Benítez aseguró que es necesaria una Ley de Agua que de verdad responda a los intereses de los salvadoreños y que no sea utilizada únicamente para generar acalorados y estériles debates en tiempos de campaña electoral.