Gobierno desarrolla Simulacro Nacional de Evacuación por Terremoto para asegurar el bienestar de los salvadoreños

El Gobierno del Presidente Nayib Bukele continúa buscando medidas para garantizar el bienestar de la población, mediante estrategias oportunas que disminuyan los riesgos ante un desastre natural. En este contexto, este martes se realizó el Simulacro Nacional de Evacuación por Terremoto.

El director general de Protección Civil, Luis Amaya, dijo que el país se encuentra en una zona vulnerable a los movimientos sísmicos. “Esta alta sismicidad nos demanda tener un Sistema Nacional de Protección Civil debidamente equipado, capacitado, formado y con funcionarios, técnicos y personal que tenga ciertas habilidades para responderle a la población salvadoreña en el preciso momento que se necesite”, aseguró.

El simulacro realizado este martes tuvo el objetivo de evaluar las capacidades de respuesta, para atender a la población después de un sismo. Asimismo, contribuir al desarrollo de la cultura de preparación ante eventos sísmicos y sus efectos, tomando en cuenta los protocolos de bioseguridad por la pandemia por COVID-19.

“En este ejercicio hemos tenido una participación debidamente articulada de todas las instituciones del Sistema de Protección Civil”, comentó Amaya. “Hemos contado con el involucramiento de 30 hospitales, 260 unidades de salud, 168 alcaldías, 3,695 centros educativos, lo que demuestra la importancia de generar cultura de prevención en los niños que son nuestro futuro, organizaciones no gubernamentales e instituciones privadas”, detalló.

El simulacro fue de un terremoto magnitud de 7.5 grados en la escala de Richter y una duración de 45 segundos. Esta capacidad de respuesta observada durante el simulacro es resultado de la preparación de las instituciones del Sistema Nacional de Protección Civil, que tiene el fin de llegar de manera segura y ordenada a las víctimas para su debida atención.

El viceministro de Gestión y Desarrollo en Salud, Carlos Alvarenga, destacó que la participación de todos para el fomento de una cultura de prevención es sumamente importante. “Esto nos permite afinar la logística, agilizar la maquinaria, generar las comunicaciones e intercambiar las experiencias ante las buenas prácticas ante las situaciones de desastre”, agregó.

El trabajo que se desarrolló fue intersectorial e interinstitucional y constó de cinco fases: identificación de participantes, semana de verificación, proceso de fortalecimiento de capacidades, ejecución del simulacro e informe de evaluación interna.