Gobierno inicia proceso para corregir el rumbo de la deuda y sanar las finanzas estatales en beneficio de los salvadoreños 

La gestión del Presidente Nayib Bukele ha estado caracterizada por un puntual cumplimiento de la deuda pública, sin descuidar el resto de los programas estratégicos.

Las administraciones de ARENA y el FMLN dejaron fuertes cargas de obligaciones financieras, que la administración actual tendrá que enfrentar, como los paquetes de bonos que vencerán en 2023 y en 2025, por un total acumulado de $1,200 millones.

Para honrar estas deudas de manera responsable, el Ejecutivo presentó la propuesta para iniciar el proceso que facilite amortizarlas con anticipación. La misma iniciativa de ley también proveerá las herramientas al Gobierno para reducir el impacto que tienen otros compromisos diferentes de los bonos, como, por ejemplo, la deuda interna.

“Nunca ha tenido, la República (salvadoreña) un decreto de este tipo”, destacó el titular del Ministerio de Hacienda, Alejandro Zelaya, encargado de presentar los decretos

Las administraciones anteriores evadían una solución y nada más extendían el problema en el tiempo, para que alguien más resolviera los problemas que ellos dejaron.  

La maniobra para hacerle frente a los bonos, con vencimientos en 2023 y en 2025, será posible gracias a las múltiples opciones de liquidez a las que tiene acceso el Gobierno por la confianza que inspira el manejo presente de las finanzas estatales. Contrario a lo que ha querido hacer ver la oposición, el Gobierno sí dispone de suficiente liquidez y de alternativas para cumplir con todos sus compromisos, sin sacrificar la inversión social.

Una de las fuentes a utilizar son los Derechos Especiales de Giro que otorgó el Fondo Monetario Internacional a sus miembros, como El Salvador. Con los DEG, está previsto que El Salvador cuente con $365 millones para la operación.

Esta cantidad estará complementada por los recursos que dio el Banco Centroamericano de Integración Económica, a manera de compensación por el sacrificio fiscal que se hizo para las medidas de alivio económico ante la crisis. En esta ocasión, el Banco aprobó $200 millones para El Salvador, los cuales ya tienen el aval para poderlos recibir.

Esta propuesta que ha hecho el Gobierno del Presidente Bukele conducirá a reducir el peso que tiene la deuda pública en la economía y propiciará la estabilización, porque no está limitado a redimir los bonos.  

Este cambio tendrá un efecto beneficioso para los salvadoreños, pues libera recursos para fortalecer la inversión social y en el desarrollo económico, además de romper con las malas prácticas de las administraciones precedentes.