Gracias al Plan Control Territorial del Gobierno del Presidente Bukele, en el 33 % de los municipios del país no se registran homicidios en 2021
La tercera parte del territorio de El Salvador no contabiliza homicidios en lo que va de 2021, según detallan las estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC). La reducción en el índice de criminalidad en el país es resultado del Plan Control Territorial, impulsado por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.
Los datos de la PNC señalan que en 87 jurisdicciones del país no han ocurrido asesinatos entre el 1 de enero y el 8 de septiembre.
Esa cifra constituye el 33% del territorio nacional, por lo que hay que recordar que muchos de los municipios donde no se reportan crímenes en el pasado eran asediados por las estructuras criminales ante el descuido de los gobiernos anteriores.
Entre las localidades del departamento de San Miguel donde no se han registrado muertes violentas en este año están Nueva Guadalupe, San Gerardo, Carolina y Chapeltique, entre otros.
La baja sostenida de los homicidios y otros delitos de alto impacto como extorsiones, violaciones sexuales, hurto y robo de vehículos, son la evidencia del trabajo que realiza el personal de la PNC y la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) en todo el territorio nacional.
Las PNC y la FAES mantienen acciones encaminadas a fortalecer el control de los territorios, como parte de la estrategia de seguridad que se implementa desde el 20 de junio de 2019.
La fase 4 del Plan Control Territorial, denominada “Incursión”, ha permitido que la Policía y la Fuerza Armada ingresen y permanezcan en colonias y comunidades donde se reporta presencia de pandillas.
Durante casi dos meses de su implementación, la PNC ha detenido a pandilleros que tenían órdenes de captura a través de diferentes operativos de incursión, en los cuales se utilizan tecnología de punta como drones y otros equipos especializados.
La estrategia de seguridad se mantiene en los territorios de forma articulada con otras instituciones del Gobierno que trabajan de la mano con el único propósito de reconstruir el tejido social, que por décadas fue descuidado por los anteriores gobiernos y que provocó que no se generara el desarrollo de las comunidades y sus habitantes.