Instalación de controles vehiculares y antidopajes permite sacar de las calles a conductores peligrosos

El Gobierno del Presidente Nayib Bukele trabaja por crear espacios viales más seguros, en este sentido continúa instalando controles vehiculares en puntos estratégicos y sigue desarrollando pruebas antidopajes en diferentes carreteras del país para sacar de circulación a los conductores peligrosos.

Los conductores peligrosos son los que se disputan la vía, participan en competencias ilegales en la vía pública, así como los que manejan bajo los efectos de bebidas embriagantes, estupefacientes o ambas.

El refuerzo de los controles por parte de la División de Tránsito de la Policía Nacional Civil y el Viceministerio de Transporte (VMT) ha permitido que dos de estas acciones se mantengan bajo control y que no figuren entre las principales causas de los accidentes de tránsito.

Por ejemplo, en uno de los dispositivos instalados en la zona occidental esta madrugada se sacó de circulación a un motociclista que conducía bajo el efecto de bebidas embriagantes, resultando con 241 mg/dl de alcohol en aire espirado. El hombre detenido no tenía licencia de conducir.

Sin embargo, la invasión del carril sigue estando como la segunda causal de siniestros en el país, por lo que las autoridades mantienen acciones contundentes para erradicar estas prácticas que ponen en riesgo a los conductores.

A la fecha, la distracción del conductor es la primera causa de accidentes viales. De los 14,545 siniestros que se contabilizan este año hasta el 4 de noviembre, 3,378 han sido por este motivo. La invasión del carril se mantiene en la posición dos con 3,129 accidentes provocados por esta causa. No respetar las señales de tránsito, es la tercera causal con 2,200.

En lo que va del año, además, han sido capturados 1,175 conductores peligrosos, un incremento de nueve en comparación con 2021.

El año pasado la Asamblea Legislativa aprobó reformas al Código Penal para incrementar las penas por conducción peligrosa. Quedó establecido en la ley que, mediante conducción peligrosa de vehículo de motor, transgrediere las normas de seguridad vial, poniendo en peligro la vida o la integridad física de las personas podría ser acreedor a una pena de prisión de tres a seis años. La pena será de seis a ocho años de prisión cuando se trate de la conducción peligrosa de vehículo de motor de transporte público de pasajeros o de carga.