Las medidas de apoyo para recuperar la producción de alimentos han alcanzado a una diversidad de sectores
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele inició de inmediato las actividades para la reconstrucción y recuperación después del impacto de la tormenta Julia. La infraestructura vial y el sector agropecuario fueron los que más afectaciones registraron, y entre ambos, requerirán $100 millones, de un total de $116 a invertir en el país por los daños causados por la lluvia.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) se mantiene activo en el territorio para proveer insumos y asesoría técnica en este proceso.
“Nuestros productores pueden tener la certeza de que continuaremos trabajando para que sus cultivos sigan prosperando, sin importar las adversidades que se nos presenten. Juntos seguiremos produciendo el alimento para todas las familias salvadoreñas”, destacó el Ministerio.
Así, el Gobierno ha invertido en entregar fungicidas, plaguicidas, insecticidas y adherentes, además de garantizar que los técnicos del Centro de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), con apoyo de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) están orientando de manera adecuada a las personas que los aplicarán. Respetando las diferencias en las necesidades que tiene cada actividad, las instituciones cuidan del maíz, frijol, arroz, café, hortalizas y frutas; pero, además, inició una campaña intensa de tratamiento para ganado.
El productor recibe indicaciones previas para que la solución que ha provisto el Gobierno beneficie de la mejor manera su labor.
Respecto de los productores de café, el Ministerio recordó que la aplicación del fertilizante foliar debe de ser inmediata, con agua limpia y antes de las 10:00 de la mañana (entre más temprano, mejor).
Además de eso, los productores de la ENA están ayudando en las tareas para rehabilitar los invernaderos que la tormenta Julia dañó.
En cuanto a los animales de granja, el Gobierno está invirtiendo $500,000 en aplicar vitaminas y desparasitar al ganado. Incluso el MAG inició gestiones para ayudar a los propietarios que perdieron ganado por motivo de las tormentas.