Instituciones del Gobierno articulan prevención de riesgos y atención a población vulnerable por lluvias

Octubre inició con intensas y frecuentes lluvias que han mantenido al país en alerta.  El Gobierno del Presidente Nayib Bukele trabaja de manera coordinada para proteger la vida de los salvadoreños.

Junto con la Comisión Nacional de Protección Civil, hay otro conjunto de instituciones que provee apoyo en los momentos que se requiere, con tal de garantizar el bienestar de las personas.

Uno de los ejemplos es la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), que ha contribuido en la instalación y puesta en marcha del Sistema de Alerta Temprana que utilizan con las comunidades que viven en las zonas aledañas a los embalses de las centrales.

El titular de la CEL, Daniel Álvarez, destacó que “hasta la fecha no hemos registrado emergencias en zonas de influencia de las centrales hidroeléctricas, como el Bajo Lempa, esto debido a que contamos con un eficiente Sistema de Alerta Temprana (SAT)”, que bajo la gestión actual modernizan y equipan. Además, han llevado a cabo actividades de formación para los líderes comunitarios en este tema.

Este logro destaca todavía más porque, de acuerdo con el funcionario, “este año, por primera vez, hemos ejecutado descargas en nuestras cuatro centrales hidroeléctricas de manera simultánea”.  Están a su máxima capacidad.

En una línea similar, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONNA) es una de las agencias gubernamentales que acude con rapidez ante las situaciones que afectan a este sector de la población. Acuden a los albergues para prestar servicios, distraer a los niños y verificar si está alguna otra situación delicada en su entorno. En los primeros días de este mes fueron con Protección Civil y Plan El Salvador a Chalatenango, para llevar ayuda –colchonetas, artículos de primera necesidad– a las familias afectadas por las lluvias.

En tanto, el Sistema Nacional de Vivienda, con su programa de reasentamientos, participa en apoyar a las familias que enfrentan graves pérdidas de su sitio de habitación por motivo de las precipitaciones y sus efectos –como derrumbes–.