Jornadas de fumigación y acciones del Gobierno para el combate al dengue, zika y chikungunya procuran el bienestar de la población durante las vacaciones  

Las estrategias integrales de salud implementadas por el Gobierno procuran salvaguardar la vida de los salvadoreños, con acciones oportunas y anticipadas para prevenir enfermedades, como es el caso de las provocadas por el zancudo transmisor del dengue, zika y chikungunya.

Es así como, durante el periodo vacacional, los equipos técnicos del Ministerio de Salud han intensificado las jornadas de fumigación en todo el país, para evitar la propagación de estas enfermedades, ya que la época invernal es propicia para la proliferación del zancudo.

En la fumigación son utilizados equipos térmicos portátiles de Ultra Bajo Volumen (ULV) a tempranas horas de la mañana o por las noches, para controlar y reducir la cantidad de zancudos.

Para el Gobierno, es prioridad el combate integral a las enfermedades que podrían afectar a la población, por lo que, paralelo a la lucha contra el dengue, zika y chikungunya, mantiene las estrategias de prevención y control del COVID-19, así como de otras enfermedades relacionadas con la época invernal.

“En este momento, los corredores endémicos se encuentran en disminución ante las enfermedades provocadas por el zancudo; las enfermedades gastrointestinales y las neumonías”, aseguró el ministro de Salud, Francisco Alabi.

Entre las principales acciones para prevenir las enfermedades transmitidas por el zancudo se encuentran: inspección de depósitos útiles e inservibles, fumigación de viviendas y áreas colectivas como centros educativos, iglesias, instituciones; búsqueda, tratamiento y eliminación de criaderos, así como actividades de educación para la salud.

El personal del Sistema Integrado de Salud se encuentra a disposición de la población y, como parte de este esfuerzo, se han ampliado las atenciones en la red pública de hospitales, así como unidades de salud.

Además, como prevención y medidas anticipadas, el Gobierno tiene preparado a todo el sistema de salud para tratar cualquier enfermedad infectocontagiosa que pudiera registrarse, como la viruela símica, para la cual el país se encuentra preparado con lineamientos y protocolos de respuesta, así como personal capacitado para atender a la población.