La estrategia de seguridad del Presidente Bukele logra una tasa de 17 homicidios por cada 100,000 habitantes, la más baja en la historia reciente de El Salvador
Cada una de las acciones implementadas del Plan Control Territorial del Gobierno del Presidente Nayib Bukele han generado la tasa más baja de homicidios por cada 100,000 habitantes en la historia reciente del país.
Las estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC) detallan que en septiembre de 2021 la tasa bajó a 17 homicidios por cada 100,000 habitantes, lo que confirma el alcance de la estrategia de seguridad y sus resultados a favor de la tranquilidad y la reconstrucción del tejido social de El Salvador.
La reducción evidencia el trabajo articulado que mantienen las instituciones del Gabinete de Seguridad, que buscan fortalecer la seguridad en todos los sectores de la población salvadoreña.
En junio de 2019, cuando el Presidente Bukele inició su gestión, la tasa era de 50 homicidios por cada 100,000 habitantes. Meses después logró reducirla a 36 y en 2020 bajó a 20 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Por décadas, los anteriores gobiernos mantuvieron tasas entre los 41 y 103 homicidios por cada 100,000 habitantes. En 2015 fue cuando se contabilizó la más alta.
Estos altos índices de homicidios generaron que El Salvador fuera considerado uno de los países más peligrosos del mundo, lo que afectó el desarrollo económico y social de la población.
Además hay que recordar que los pasados gobiernos nunca implementaron estrategias integrales que permitiera la reducción sostenida de la criminalidad, como se ha hecho en la actualidad. Incluso adujeron que era “muy costoso” resolver la problemática y crearon instancias inoperantes y “de café y fotografía” como el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia.
Tal como lo han señalado las autoridades de seguridad, el Plan Control Territorial es una estrategia integral que incluye diferentes elementos como la prevención y el combate frontal a la delincuencia en zonas donde los grupos de pandillas y del crimen organizado se habían afincado en las pasadas décadas.
La PNC, la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) y la Dirección General de Centros Penales son las instituciones pilares en la ejecución de la política de seguridad del Gobierno.