La nueva realidad de la seguridad que vive el país logra 7 días sin homicidios en lo que va de noviembre

La nueva realidad que se vive en el país, en los diferentes ámbitos de la vida nacional, cada día se consolida gracias a la efectiva estrategia de seguridad que exitosamente implementa el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, lo cual se refleja en los siete días sin homicidios en lo que va de noviembre.

Las cifras históricas que ha alcanzado la guerra contra las pandillas, que ejecutan las fuerzas de seguridad, mantienen a más de 57 mil pandilleros tras las rejas y en camino de enfrentar procesos penales.

Entre los capturados hay cabecillas nacionales, dirigentes de clicas (grupos), recolectores de extorsión, sicarios, vigilantes (postes) y otros colaboradores.

El objetivo primordial de este Gobierno de proteger la vida de los salvadoreños se comprueba en los 233 días sin asesinatos en la administración del Presidente Nayib Bukele, así como en la baja sostenida de las extorsiones, que junto con los homicidios son dos de los delitos que más cometían las pandillas terroristas en contra de la población honrada.

Para combatir a las pandillas, el Gobierno ha hecho uso del Plan Control Territorial y el régimen de excepción, imponiendo la justicia en sitios que antes eran considerados peligrosos. Gracias a esa estrategia de seguridad, se ha logrado sacar a los pandilleros de las comunidades y demostrando a esos grupos criminales que sus días de cometer fechorías se terminaron.

Las operaciones policiales y militares se han extendido, con mayor despliegue de efectivos policiales y militares, a las zonas rurales en busca de los pandilleros que intentan huir de la justicia y que se han instalado en campamentos clandestinos, en donde se han decomisado armas de diversos calibres, municiones, dinero y celulares.

Antes, las leyes en el país estaban diseñadas para que ganaran los criminales, por lo que el Presidente Bukele tomó el camino de la justicia para revertir la impunidad que permeó por décadas al amparo de los gobiernos anteriores.

Para este Gobierno, la guerra contra las pandillas está acercándose a ser ganada, tras la desarticulación, casi en su totalidad, de esos grupos criminales y ante la firmeza de la estrategia de seguridad.