Para mejorar la capacidad hídrica y minimizar el impacto del cambio climático, el Gobierno del Presidente Nayib Bukele le apuesta a la infraestructura verde

El agua es un recurso finito, por lo que desde la gestión del Gobierno del Presidente Nayib Bukele, se ha dado prioridad a mejorar las redes de distribución y abastecimiento, para garantizar un reparto equitativo del recurso para la población, que durante décadas ha sufrido por la falta de agua potable.

El presidente de la Administración de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), Rubén Alemán, manifestó que para el Gobierno es importante atender el llamado mundial a implementar acciones inmediatas para que el recurso hídrico esté al alcance de todos, con medidas alternas al mantenimiento y prevención de los sistemas junto con la apuesta por infraestructura verde.

“Como ciudadanos, tenemos que empezar por dejar de tirar toda clase de desechos a los ríos. El cambio climático es real. Centroamérica fue en el 2020 uno de los años más calurosos. Tenemos que prepararnos desde ya, apostarle a la infraestructura verde, pero sobre todo, a que la población tome acción”, sostuvo Alemán.

La planta potabilizadora de Las Pavas, que abastece a 1.5 millones de salvadoreños en el área metropolitana de San Salvador, será una de las primeras en ser reforestadas, como parte del trabajo articulado entre ANDA y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que también unen esfuerzos en proyectos que contribuirán a cuidar y a preservar los recursos, sobre todo, ante eventos climáticos extremos.

Además de la Planta de Las Pavas, que está próxima a funcionar al 100 % de su capacidad, El Salvador cuenta con cuatro plantas superficiales, las cuales también están siendo intervenidas para mejorar la capacidad de distribución en el país.

El Gobierno del Presidente Bukele ha logrado en poco tiempo mejorar el abastecimiento del agua potable, gracias al compromiso por rehabilitar el sistema de distribución que estuvo abandonado durante décadas.

Además, en sinergia entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, se está impulsando la Ley de Agua, una deuda que ninguna administración fue capaz de solventar, pero que luego de su aprobación permitirá una gestión integral del recurso para beneficio de los salvadoreños.