Policía implementa acciones preventivas en centros históricos de las ciudades como parte de la estrategia de seguridad del Gobierno del Presidente Nayib Bukele
Entre los ejes de la fase I del Plan Control Territorial impulsado por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele se destaca el ataque frontal a la delincuencia, la recuperación de los centros históricos de las ciudades comerciales, donde los grupos terroristas ejecutaban las extorsiones y generaban ingresos para la compra de armas y droga.
Ante ello, la Policía Nacional Civil (PNC) ejecuta diversas acciones para contrarrestar la ejecución de delitos como homicidio, extorsión, receptación de artículos de dudosa procedencia, entre otros.
Entre esas acciones está los constantes patrullajes en las zonas comerciales de las cabeceras departamentales. En San Salvador, un promedio de 130 agentes policiales, entre investigadores y miembros de divisiones élites de la Policía ejecutan inspecciones cotidianas en los negocios de diferentes plazas comerciales, verificando documentación que ampare la legalidad de los objetos en venta.
Los agentes policiales ejecutan diversos operativos de intervención rápida en las zonas comerciales. Desde el inicio de la gestión del Presidente Bukele, los hechos delictivos a escala nacional han registrado una evidente disminución, lo que ha permitido a la población desarrollar sus actividades económicas y productivas con más tranquilidad.
Actualmente el país experimenta cifras históricas en reducción de diferentes delitos. En el caso de los homicidios suman ya 37 días con cero asesinatos durante la gestión del Presidente Bukele.
En los anteriores gobiernos nunca hubo una reducción significativa de los delitos considerados de alto impacto ante la falta de políticas de seguridad pública y planes integrales para contrarrestarlos.
También se registra la baja en la extorsión, un delito que golpea los bolsillos de los comerciantes y transportistas salvadoreños.
La disminución en los casos de extorsión genera mayor confianza para la inversión en el país y repercuten en la estabilidad económica de la familia salvadoreña.