Un total de 8,791 salvadoreños han recibido el alta médica del Hospital El Salvador, gracias al trabajo en equipo

Desde que empezó a funcionar el Hospital El Salvador, el 22 de junio del año pasado, a la fecha, han extendido el alta médica a 8,791 salvadoreños quienes regresan curados con su familia. El equipo multidisciplinario que labora en el centro se encarga de las atenciones y cuenta con los recursos necesarios para dar la mejor atención.

Del total de las altas médicas, 3,800 son mujeres y 4,991 hombres, de diferentes edades y condición social; el virus no distingue clase ni posición económica, todas las personas están expuestas al contagio debido a que hay circulación del COVID-19 en todo el territorio.

Una vez con el alta médica en las manos, los pacientes regresan con su familia y muchos de ellos deben terminar el proceso de recuperación en su casa. El Gobierno del Presidente Nayib Bukele proporciona los medicamentos necesarios y el personal mantiene un monitoreo permanente, vía telefónica, para verificar que el paciente vaya incorporándose a su vida normal lo más pronto.

El Hospital El Salvador es el centro médico especializado para pacientes COVID-19 más moderno de Latinoamérica, forma parte de la estrategia del manejo de la pandemia lanzada por el Gobierno de manera oportuna y en contra de los pronósticos negativos de los sectores de la oposición política local.

El tiempo de funcionamiento y los resultados que a diario se obtienen en el centro médico confirman que la decisión tomada por el Presidente Nayib Bukele, de brindar un hospital de primer nivel fue la más adecuada.

Los opositores políticos, incluso sectores médicos, exponían públicamente hace un año que se atendiera a los pacientes delicados en improvisados hospitales, bajo carpas, sin reflexionar en las consecuencias que esto hubiera tenido.

Por suerte, el Presidente se mantuvo firme en la decisión de brindar la mejor atención y en las mejores condiciones posibles a los salvadoreños que se han contagiado con el virus. Contar con un centro de primer nivel como el que se tiene, además del personal capacitado y los medicamentos, es una bendición.