El Salvador alcanza niveles de seguridad inéditos con la implementación del Plan Control Territorial
El jueves 23 de junio, pasado, no hubo asesinatos en El Salvador, algo impensable tres años atrás, cuando en el país mataban diariamente a más de una veintena de personas, la mayoría jóvenes. La estrategia de seguridad del Gobierno del Presidente Nayib Bukele está dejando los resultados esperados.
Desde la implementación del Plan Control Territorial, el 20 de junio de 2019, a esta fecha, el Gobierno contabiliza 141 días con cero homicidios.
El Plan Control Territorial es una estrategia de seguridad que consta de 7 fases, cuatro han sido desarrolladas en los primeros tres años de administración presidencial y tres siguen pendientes, en secreto.
A la par del referido plan, desde el 27 de marzo, pasado, en el país está en vigor el régimen de excepción con el que se ha logrado capturar y llevar a la cárcel a 42,259 pandilleros, y se continúa aprehendiendo.
Toda esta estrategia ha dado como resultado la histórica baja en la tasa de homicidios, pasando de 103 por cada 100,000 habitantes a 17 por cada 100,000 habitantes, con una tendencia a seguir en descenso.
A decir de las autoridades de Seguridad, además, todos los indicadores de los delitos considerados de alto impacto registran tendencia a la baja, entre estos la extorsión que tanto daño causa a los comerciantes, grandes y pequeños.
“No olviden que seguimos necesitando de tu ayuda, para ganar de una vez por todas la guerra contra las pandillas. Puedes hacer tu denuncia a cualquier hora, marcando el 123, tu llamada es anónima”, afirmó el director general de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Arriaza.
Mañana sábado entra en vigor la tercera prórroga del régimen de excepción, un mes más que las instituciones de seguridad cuentan con esa arma importante para seguir combatiendo a las bandas de pandilleros terroristas.
Se está muy cerca de ganar la Guerra contra las pandillas, sin embargo, se requiere del apoyo de todos los sectores de la población para derrotar a los antisociales que durante décadas sometieron a los salvadoreños honrados.