En siete días de vigencia del régimen de excepción: 5,000 pandilleros más encarcelados y la baja de homicidios

El Gobierno del Presidente Nayib Bukele puso freno a la agresión criminal de los pandilleros contra la población indefensa. En la primera semana de estar en vigor el régimen de excepción en El Salvador, los resultados son favorables con la captura y encarcelamiento de más de 5,000 pandilleros; el promedio diario de homicidios bajó entre uno y dos.

El régimen de excepción aprobado por la Asamblea Legislativa en la madrugada del domingo pasado, por iniciativa del Presidente Nayib Bukele, tiene vigencia para 30 días, restan 23 días y, dependiendo a las condiciones, puede ser prorrogable.

Toda la fuerza policial, militar y de seguridad pública está volcada en la defensa de la población salvadoreña que, por años, ha vivido merced de los grupos de pandillas. Muchas de las víctimas celebran, en silencio, la captura de cabecillas de pandilleros porque eso significa que no les exigirán más la mal llamada “renta”.

Los pandilleros arrestados serán juzgados por sus delitos, bajo las normas y procedimientos legales del Estado y, de ser hallados culpables, pagarán con muchos años de cárcel.

El Presidente de la República, Nayib Bukele, ha estado liderando todo el plan contra las pandillas y cada día ha dejado resultados a favor.

“Si incrementan homicidios, eliminaremos totalmente la alimentación en los centros penales de pandilleros”, advirtió el Mandatario salvadoreño a los pandilleros que todavía están libres ocultándose en sus guaridas. Hay aproximadamente 21,000 pandilleros presos.

En los primeros tres años de Gobierno bajo la administración Bukele la seguridad ciudadana ha mejorado enormemente en El Salvador, hace tres años el promedio de homicidios de cada día era una veintena, casi tres años después el promedio es de uno y dos asesinatos por día.

Para el Gobernante de los salvadoreños, no debería de haber ni un solo homicidio, sin embargo, esa es la meta a la que se aspira, no solo él sino la de todos los buenos salvadoreños que han pasado sufriendo por décadas.