Familias retornan a casas que estuvieron usurpadas por pandilleros en varias zonas de Soyapango

El control territorial que ejercen las autoridades del Gobierno del Presidente Nayib Bukele en Soyapango ha logrado sacar de los barrios, colonias, residenciales y demás comunidades, a los pandilleros que por décadas convirtieron a ese municipio en uno de los más violentos del país. Las familias que fueron obligadas a abandonar sus viviendas, por esos grupos criminales, ahora están regresando para ejercer su derecho de propiedad.

Al quedar las comunidades seguras y libres de pandillas con el Plan Control Territorial y el régimen de excepción que ejecuta el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, las familias han regresado a sus viviendas que estuvieron usurpadas en el Reparto La Campanera y en otras colonias de ese municipio.

La población muestra su agradecimiento al Presidente Nayib Bukele por devolver la seguridad, paz y tranquilidad a sus comunidades al capturar a los pandilleros terroristas.

Con la estrategia de seguridad del Gobierno se ha capturado a más de 61,500 pandilleros, entre estos 900 cabecillas y ha recuperado más de 4,500 viviendas que estuvieron usurpadas por pandilleros en diversas localidades del territorio nacional, entre estas Soyapango, Ilopango y Apopa, entre otras.

Este Gobierno está otorgando créditos sin prima y con bajos intereses para adquirir una vivienda recuperada que estuvieron usurpadas por las pandillas, a fin de que si están desmanteladas puedan ser reconstruidas.

“Ahora gracias al Plan Control Territorial y al régimen de excepción podemos dar estos proyectos de viviendas, las familias ya no ven esas fronteras de inseguridad”, afirmó la viceministra de Vivienda, Michelle Sol.

Las fuerzas de seguridad del Gobierno mantienen el cerco de seguridad en Soyapango en busca de los remanentes de pandillas a fin de capturarlos y evitar que vuelvan a atentar contra la población honrada.

Asimismo, el Gobierno mantiene el cerco de seguridad en las comunidades Tutunichapa 1 y La Granjita, de San Salvador, en los que se verifica la legalidad de los vehículos y motocicletas que ingresan o salen de esas zonas para evitar que trasladen drogas y armas. Los habitantes en dichos sectores desarrollan sus actividades cotidianas libres de delitos.