Se fortalece la educación en la primera línea de desarrollo del país, una apuesta del Gobierno del Presidente Bukele para la niñez salvadoreña
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele está garantizando los derechos de la niñez, impulsando políticas públicas que han puesto a la educación en la primera línea para el desarrollo del país, contrario a lo que ocurrió en el pasado donde nunca se le apostó al futuro de los miles de niños y adolescentes en las escuelas e institutos nacionales.
La ministra de Educación, Carla Hananía, aseguró que el sistema educativo está conformado en un 94 % por menores de edad, por lo que la inversión histórica que el Gobierno está haciendo en la primera infancia y las acciones para mejorar la calidad de la enseñanza en el sistema público son la base para transformar la educación pública en el país.
“Ahora el centro de la educación es el alumno, es el interés superior, que es ley de la República. Los padres de familia deben tener la certeza de que lo que estamos haciendo es por el bien de sus hijos”, manifestó la ministra Hananía.
Gracias a la visión y a la capacidad de gestión de Gobierno del Presidente Bukele, a pesar del impacto de la pandemia del COVID-19, se ha dado continuidad a la educación, a través de múltiples plataformas que facilitan la enseñanza.
A este momento, un promedio de 157,900 estudiantes utiliza las plataformas de clases virtuales, con la entrega progresiva de computadoras y paquetes gratuitos de internet que les permite conectarse de forma rápida y segura.
Hay que agregar el programa “Mi Nueva Escuela”, que con el apoyo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) tiene garantizados $200 millones para un nuevo concepto e infraestructura escolar, algo que dignificará y cambiará por completo las condiciones de los estudiantes en todo el país.
Así, por primera vez, el sistema educativo funcionará para asegurar el bienestar de la población, por lo que se continuará trabajando por la reparación y reconstrucción de escuelas con el apoyo de socios estratégicos para que más de 5,000 escuelas a escala nacional se conviertan en espacios seguros para la niñez y juventud.