Se mantiene el programa de distribución de alimentos del Gobierno a familias más afectadas por la tormenta Julia
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele sigue llevando ayuda alimentaria a las familias afectadas por la tormenta tropical Julia en Sonsonate y Ahuachapán, mediante los equipos de Protección Civil, Bomberos de El Salvador y las gobernaciones.
Los paquetes, entre otros alimentos, contienen arroz, frijoles, harina de maíz, azúcar, leche, aceite, jabón son entregados por los equipos tácticos operativos de las diferentes instituciones del Gobierno.
En Sonsonate las entregas fueron a familias localizadas en los cantones y caseríos Salinitas de Ayacachuapa, comunidad Barra Salada, Chiquihuac, comunidad Montaña Verde, caserío Barra Ciega y Tonalá, mientras que en el municipio San Julián la ayuda llegó al cantón Chilata, Peña Blanca, Las Mercedes, San José, Conacaste, El Milagro; en el municipio de Acajutla fueron en cantón Amatillo y caserío El Nance, así como a poblados de los municipios de Salcoatitán y Nahuizalco.
En San Antonio del Monte, de Sonsonate, el Gobierno entregó ayuda humanitaria a familias del caserío Los Amates, cantón Cuyuapa Abajo y caserío Las Cruces y en Ahuachapán a familias del cantón El Chagüite del municipio de Tacuba.
Según el director de Albergues, Josué García, el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, no se ha detenido en brindar la ayuda que el pueblo afectado por la tormenta Julia necesita, más de 20,000 paquetes han sido entregados.
El Gobierno ha contribuido en las necesidades básicas de las personas afectadas durante y después del fenómeno climático, todos los días, equipos multidisciplinarios trabajan en la preparación de paquetes alimenticios que más tarde llevarán a los salvadoreños que requieren.
El viernes anterior, el Ministerio de Gobernación entregó 1,300 paquetes con alimentos a las familias de los municipios de San Agustín, California y Ereguayquín, en el departamento de Usulután.
El director de Protección Civil, Luis Alonso Amaya, hizo un llamado a la población a no bajar la guardia, ya que el invierno aún no termina.