Los CUBO son una alternativa de desarrollo para las comunidades que habían sido estigmatizadas

El Gobierno del Presidente Nayib Bukele sigue cumpliendo su promesa de construir espacios para que millares de jóvenes, que residen en las zonas más vulnerables del país y en riesgo por el accionar de las pandillas, ocupen su tiempo en actividades productivas y de sano esparcimiento.

Actualmente han sido terminados, y entregados a las comunidades, ocho Centros Urbanos de Bienestar y Oportunidades (CUBO) y otros seis son construidos de forma simultánea en distintas zonas del país, de un total de 30 que se proyecta entregar este año.

Estos proyectos se enmarcan en la fase 2 del Plan Control Territorial denominada “Oportunidades”, en la que se impulsan acciones a favor de niños y jóvenes de las comunidades en riesgo por los antisociales.

Con los CUBO se lleva una moderna infraestructura hasta las comunidades. Cada centro implementa diferentes actividades para todas las edades. Estos espacios cuentan con biblioteca, señal de internet, talleres, videojuegos, entre otras herramientas para que los jóvenes puedan desarrollar sus habilidades.

Hay avances en la construcción de otros CUBO en colonia San José 2, Soyapango; en Panchimalco; reparto Santa Lucía, Mejicanos; colonia Valle Verde, Apopa (San Salvador); San Luis Talpa (La Paz); y cantón El Tamarindo, Conchagua (La Unión).

En el caso de la San José 2, el pasado 4 de febrero, el director de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, colocó la primera piedra de esa obra que beneficiará de manera directa a más de 15,000 personas. En Panchimalco, ayer verificó el avance en la obra que traerá beneficio a miles de jóvenes. Ahí, el comité juvenil “Jóvenes Sin Límites” demostró entusiasmo por este proyecto.

El Gobierno obtiene apoyo de las alcaldías, así como de organismos internacionales como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Unión Europea.

De esta manera, el Gobierno sigue impulsando acciones a favor de las comunidades históricamente estigmatizadas, que por años fueron olvidadas por administraciones anteriores, pero ahora tienen nuevas oportunidades para la búsqueda del desarrollo.